Te invito a mi salón, en la intimidad del nido, para tomar una taza de té y hacer un viaje a través de la belleza, el drama y la magia del yo. Tengamos una danza entre la oscuridad y la luz, un viaje divertido a la espiral de nuestra vulnerabilidad, pero no te preocupes, ¡nunca seremos demasiado serios!